Sufrimiento

La década que parte de 1996 y concluyó en 2005 tuvo otra vez años sufridos para la afición cartaginesa, a excepción de 1997 cuando se obtuvo el subcampeonato.

Para el torneo 2001-2002, cuando repitiendo los errores de 1982 y del torneo 2003-2004, el Club echó mano a cinco directores técnicos.

Se terminó octavo en la tabla general evadiendo el descenso en las instancias finales. En esta década, la temporada 2002-2003 fue la más digna, ocupando el tercer lugar general.

Fue el campeonato en el cual el delantero uruguayo Claudio Ciccia tuvo para el Cartaginés una memorable actuación que le llevó a botar varias marcas nacionales:

– Se convirtió en el mejor goleador del CSC de todos los tiempos.
– Fue máximo artillero del campeonato con 41 goles.
– Emergió como el extranjero con más goles en un solo torneo.

En ese campeonato el equipo estuvo conformado además por jugadores como Wardy Alfaro, Sergio Martínez, Arnold Cruz, José Pablo Fonseca, Pablo Quirós, Crisrian Santamaría, Danny Fonseca, José Brenes, Allan Oviedo y José Villalobos.

Ilusiones en Naufragio

Para la temporada 2003-2004 se mantiene como Director Técnico del CSC el argentino Carlos De Toro, quien en una cuestionada decisión le ordenó al Club deshacerse del portero Wardy Alfaro, por no considerarlo necesario para el equipo.

Se contrató en su lugar al extranjero Carlos Díaz y dos coterráneos suyos: José Luis Zelaya y Ariel Segalla.
Llegaron también los jugadores Pablo Zalazar, Marvin Chinchilla y Jonathan Bolaños.

El torneo 2002-2003 sería angustiante de principio a fin: en lo futbolístico por un rendimiento desastroso y, en lo administrativo, por las divisiones en que se entró a nivel de Junta Directiva. El caso es que, tras un forcejeo intenso la Junta Directiva se quedó para conducir los destinos del equipo, despidió a De Toro y en su lugar designo a Alexandre Guimaraes.

Los triunfos obtenidos por “Guima” con la Selección Nacional en el Camino Corea Japón 2002 y el propio mundial, supuso  para la afición brumosa grandes expectativas. Fue un campeonato que antes de comenzar propagó ilusión, entusiasmo y esperanza entre la afición brumosa a partir de la sonada contratación.

Gumaraes trajo sus fichas, la mayoría “de desecho” en clubes tradicionales, no obstante, mantuvo intacto el apoyo del público e intactas las ilusiones. Pero la barca azul nunca halló aguas tranquilas y desde su partida, una noche de sábado en Guápiles enfrentó tormenta tras tormenta perdiendo puntos y partidos que le alejaban más y más del Norte.

Ya bastante lejos del objetivo y más bien a punto de naufragar y ser tragados por la amenaza del descenso, se cambió de capitán. Destituido Guimaraes, el timón del equipo llegó a ser ocupado por otros cuatro capitanes, lo cual trajo al recuerdo los errores que en 1982 llevaron al Cartaginés a la Segunda División.

Alexandre fue destituido tras una pobre campaña de 13 juegos, solo 3 ganes, 3 empates y siete derrotas.
Lo sucedieron en la dirección técnica, Marvin Solano, Carlos De Toro y Juan Luis Hernández. La institución brumosa vivió la campaña 2003-2004 en medio de una peligrosa tempestad, con un equipo que desde el principio permaneció sumergido en el fondo de la tabla.

Para el Clausura y, a pesar de los esfuerzos hechos, no había forma de salir a flote. A tan solo tres fechas para el final, Cartaginés continuaba en peligro real de descenso. Fue hasta el último juego, en el “Fello” Meza ante Liberia, cuando nos salvamos con una anotación de Danny Fonseca al ’63.

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